Después
de 5 años de haber sido negociado y bajo unas condiciones macroeconómicas
completamente diferentes para ambos países, se aprueba el 10 de octubre del año
2011 el Tratado de libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia, bajo la
figura de promover el intercambio comercial de ambos países y estructurado de
tal manera que cubra cuestiones políticas, económicas, institucionales,
laborales, ambientales, de propiedad intelectual, entre otras; sin embargo muchas de las ventajas que
proporciona el TLC ya las venia obteniendo Colombia a través del ATPDEA, el
cual venía siendo renovado periódicamente como una forma de estimular la guerra
que se libra contra las drogas, en las cuales las victimas las está poniendo
Colombia, razón que nos hace preguntarnos que se gana al obtener de manera
permanente aquello que ya se tenía de manera temporal y es que aparte de
eliminar el constante vaivén político domestico de los EEUU en la aprobación de
las extensiones del ATPDEA, no se obtienen mayores dividendos para el país,
especialmente si consideramos la deficiente infraestructura con la que contamos y que
reduce de una manera drástica la capacidad para que nuestros productos lleguen
a los puertos a precios competitivos para que puedan ser vendidos en el
exterior, esto se hace evidente cuando para el año 2009 cerca del 15% de los
164.000 km de carreteras se encuentra pavimentado y tan solo 629,1 km
corresponden a dobles calzadas[i]; en el caso del trasporte
férreo, el cual se convertiría en una
alternativa económica y con mayor flujo de trasporte de carga, se evidencia el aletargamiento del
estado Colombiano para prepararse, evidenciándose el rezago tecnológico que
implica que cerca de los 3374 kilómetros con los que cuenta la red corresponden
a troca angosta y que los concesionarios de esta tanto en el atlántico como en
el pacifico están movilizando las mercancías a perdida o apenas teniendo los
márgenes suficientes para sostener la operación[ii]; del trasporte fluvial es
poco lo que se puede decir cuando se aprecia que el mayor rio navegable del
país se encuentra completamente subutilizado y que solo hasta ahora compañías
como ECOPETROL, piensan llevar a cabo proyectos de construcción que les
permitan la movilización de bienes a través de este medio a costos inferiores,
con el fin de mejorar sus propios márgenes de operación y sostenibilidad.
Imagen 1 Comportamiento de las exportaciones Colombianas (http://www.elpais.com.co/elpais/economia/crecen-exportaciones-pesar-revaluacion.
Consultado el 28 de noviembre de 2011)
Abordando
el TLC bajo el punto de vista de los EEUU, se tiene una economía recientemente
golpeada por una crisis financiera que la llevo a entrar en un ciclo recesivo
con claras tendencias a estancamiento en sus cifras de crecimiento y reduciendo
su competitividad e influencia a nivel mundial, con cifras record de desempleo
y altos niveles de endeudamiento, el TLC se convierte en la puerta de entrada a
un mercado potencial de 45 millones de consumidores que tienen ahora un mayor
recurso disponible para realizar sus compras gracias al debilitamiento del
dólar frente a la moneda local, la cual ha llegado a reevaluarse más de un 13%
con respecto a la divisa norteamericana[iii] potenciando las
importaciones desde el vecino del norte en un 46% para Mayo del presente año,
al pasar de 901 a 1329 millones de dólares[iv]; es así entonces como
para estos es más beneficioso la firma del TLC, considerando que sus productos
no tienen ninguna ventaja para ingresar al mercado colombiano sobre sus pares
de otros países.
Imagen 2 Importaciones Colombianas totalizadas por país de origen (Tomado de
Proexport, 2011)
Ahora
bien, comparativamente estos países se encuentran en niveles diferentes, no solo por el tamaño de sus economías sino
por sus volúmenes de crecimiento, diversificación en destinos comerciales,
condiciones de seguridad, nivel de vida de sus habitantes, oportunidades
comerciales y nivel de desarrollo, situación evidente al indicar a EEUU no solo
como un país productor de insumos sino
como un trasformador de estos dándoles
un valor agregado para sus consumidores, en tanto Colombia es un neto
exportador de commodities, sin proporcionar ni participar en el proceso de
trasformación de los mismos, el más claro ejemplo de este caso es que EEUU no
solo produce petróleo sino que lo trasforma haciendo uso de su avanzada industria petroquímica,
permitiéndole comercializar los derivados a nivel internacional, en tanto
Colombia se encarga de transar en el exterior el petróleo crudo y la mayoría de
los derivados del petrolero que deben ser utilizados en el país son importados
por obligación desde países desarrollados.
[i] Ministerio
de Transporte (Diciembre de 2008). «DIAGNOSTICO DEL SECTOR TRANSPORTE
2008, Cifras correspondientes al año 2007» (en
español) (PDF) pág. 50. Consultado el 28 de noviembre de 2011.
[ii] http://gduquees.blogspot.com/2007/11/los-modos-de-transporte-en-colombia.html. Consultado el 27 de noviembre de 2011.
[iii] http://www.misfinanzasenlinea.com/noticias/20101030/Colombia-adopta-medidas-contra-la-revaluacion-del-peso-y-para-generar-empleo. Consultado el 28 de noviembre de 2011.
[iv] http://www.portafolio.co/economia/importaciones-colombianas-crecieron-549-mayo-2011. Consultado el 28 de noviembre de 2011.
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