No necesariamente la valoración de una empresa es un acto que deba realizarse cuando se esta pensando en realizar un proceso de venta de la misma, esta actividad puede medir el grado de generación de valor de la misma, permitiendo que se tomen acciones correctivas que tienen a mejorar la condición economica de la empresa, puede ser un simple capricho del propietario para determinar si el esfuerzo y dedicación dedicada a su negocio han valido la pena.
Estos son algunos motivos que pueden generar un proceso de valoración:
1. Uno de los socios desea retirarse de la sociedad y desea vender sus acciones.
2. Se desea incorpoar un nuevo socio.
3. Otro grupo de empresarios ha mostrado interés en adquirir la totalidad o una parte de la compañía.
4. Se desea hacer “pública” la empresa.
5. Una nueva generación de la familia se está incorporando a la empresa y es necesario distribuir equitativamente las acciones entre los accionistas que se incorporarán a la operación del negocio y lo que tienen derecho sobre ese valor; pero que se mantendrán fuera.
6. Los socios están considerando convertir su empresa en un cadena de negocios bajo el formato de franquicias.
Sin importar cual sea el objetivo del empresario, valorar su empresa le permitirá determinar su nivel actual de generación de valor y conocer de la mano de una persona o compañia independiente, un analisis certero de sus indicadores financieros.
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